El fútbol (americano) sigue siendo el producto más preciado de la televisión para los anunciantes, cuando se trata de este popular deporte da la sensación de que los anunciantes están pagando más por menos.
El costo de un anuncio de 30 segundos de la «Thursday Night Football» de CBS subió casi un 15%, mientras que un anuncio de «Sunday Night Football» de NBC subió casi un 2%, según el análisis anual de Variety de los costos de publicidad en el horario estelar para la temporada 2016-2017.
Quitando el fútbol llegamos al mundo de las series televisivas. Ahí encontramos en los primeros lugares a los dramas zombis de AMC, «The Walking Dead» y «Fear The Walking Dead» que vieron caer su valor promedio en 6,4% y un enorme 46,5% respectivamente. Esa parece ser la tendencia general, la caída del valor de los anuncios publicitarios, a pesar de que la temporada comenzó favorablemente, a contracorriente del acoso de la publicidad digital de internet en la que ha crecido la oferta y competencia de series por streaming.
Big Bang resiste
Pese a este ambiente algo pesimista, resalta el avance que han mostrado algunos veteranos de la parrilla televisiva, como The Big Bang Theory, especialmente en la noche de los lunes, en el que un anuncio de 30 segundos aumentó su precio en 9%, según Variety. El de uno en Grey’s Anatomy aumentó un notable 36,6%. Incluso Los Simpson mostraron cifras positivas, con una ganancia incremental de 0,07%.
Algunos programas más jóvenes también muestran tendencias positivas, como la quinta temporada de «Chicago Fire» (NBC), la cuarta temporada de «The Goldbergs» (ABC).
Si nos limitamos al costo neto del anuncio publicitario, el premio gordo se lo lleva, en cuanto a series de televisión, «The Walking Dead» con US$ 470,410 por 30 segundos de publicidad.
En el caso de The Big Bang Theory tenemos que cuando se transmitía los lunes cobró US$ 313,119 por 30 segundos de publicidad. Si tomamos en cuenta que el episodio promedio de la serie tiene una duración de 19 minutos efectivos, tenemos 11 minutos o 22 espacios publicitarios para su duración total de media hora en el horario estelar. Eso representa casi 7 millones de dólares por episodio, en el mejor de los casos.
En el horario de los jueves este monto se reduce a 5 millones y medio de dólares por episodio.
Costo y beneficio de una serie de éxito
Repasando estas cifras podría parece que «The Big Bang Theory» no da muchas ganancias, ya que CBS pagó 6 millones por episodio durante la temporada pasada. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que CBS transmite repeticiones del show durante las semanas que no hay estrenos, tanto los lunes como los jueves.
Aunque no conocemos el costo de los espacios publicitarios en estos episodios repetidos, suponemos que su valor debe ser inferior a los mencionados arriba, porque sus audiencias solo llegan al 60% o 70% de los episodios de estreno. Aquí cabe mencionar que la popularidad del show es tal, que incluso con estas audiencias menores continúan liderando casi siempre los listados de los episodios más vistos en su franja horaria.
Y a esto debemos añadir lo que CBS debe ganar por incluir a The Big Bang Theory como uno de los atractivos de su servicio de televisión por streaming, CBS Access, que la cadena creó para competir con Netflix y similares, en el mercado estadounidense.
Por supuesto, incluso sumando estos extras, es comprensible que CBS fuera renuente a pagar más para renovar el show más allá de la temporada 10. Por suerte para nosotros, Warner parece haber aceptado asumir parte de los costos, aunque no mucho, porque el elenco principal (los cinco originales del show) tuvo que recortarse parte de los sueldos para hacer una bolsa para incrementar los salarios de Melissa Rauch y Mayim Bialik. Solo así se consiguió que todo el elenco renovara para las temporadas 11 y 12.
Algo más
Por eso y muchas cosas más, nosotros desde aquí siempre trataremos de mantenerlos informados sobre la evolución de las audiencias del show, porque sin ese conocimiento es imposible entender cómo se mueve el mercado de renovaciones y la sostenibilidad de las series en la parrilla televisiva de las cadenas.
Al fin y al cabo, «business is business» o sea, a diferencia de los fans, las cadenas y los anunciantes solo entienden el idioma del dinero.