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Bert: Una muy necesaria lección para Sheldon

Al personaje de Bert le ha costado encontrar su lugar, sus apariciones nunca han sido espectaculares y el personaje no parecía tener mucho potencial: buena gente, taciturno, pacífico, nerd de las rocas… Prácticamente es un Sheldon corpulento, pero sin rastro de cualquiera de los aspectos negativos del físico teórico.

Conclusión que resulta inquietante, porque aparentemente lo que hace atractivo a Sheldon no es que sea un genio, sino que es un idiota con los demás. Algo que también hacía, por ejemplo, Charlie Harper (Two and A Half Men) o Bonnie (Mom), siempre rodeados de gente que les aguanta sus majaderías.

Como sea, en el episodio The Geology Methodology finalmente parece que Bert ha sacado las garras. No se ha convertido en «el enemigo de Sheldon», pero sí ha demostrado tener suficiente carácter y personalidad para sacudirse de complejos y «mandar al diablo» a Sheldon. Algo que casi ninguno de los otros personajes hace, desde los lejanos días de Leslie Winkle. Quizás sea por eso que tantos la extrañamos.

Sheldon necesita una contraparte. Y parece que los escritores se han dado cuenta de ello. Esa también podría ser la razón porque han decidido acabar con la amistad entre Sheldon y Wil Wheaton, quien ha regresado a la lista negra de Sheldon.

Estando en su temporada 11, Sheldon Cooper está agotado como personaje. Ya no puede dar más de sí solo. Necesita ayuda. Para crecer, él necesita que los otros personajes crezcan también. Que sean un verdadero reto para él y no sean solo sus niñeras consentidoras.

Para quienes estamos hartos de la actitud prepotente de Sheldon, este paso es fundamental y por eso le damos la bievenida a un Bert decidido a no tolerar el «bullying» de Sheldon. Sheldon es un personaje potente, pero en los últimos años su genialidad se ha difuminado al insistir demasiado en su relación con Amy y su faceta de persona odiosa y desconsiderada.

Por eso considero refrescante que alguien como Bert, sin gritos o aspavientos, sea capaz de decirle: «Basta ya». Y el resultado no podía ser más predecible. Cuando Sheldon vio que le cerraban la puerta (y esto fue literal en una escena del episodio), recién valoró lo que había perdido.

Recién entonces estuvo dispuesto a tragarse su orgullo y moderar su comportamiento para recuperar su trabajo junto a Bert. Todo lo cual sin perder la gracia, porque la comparación reiterada con un amor perdido fue muy ingeniosa y hasta perturbadora, dada la escena final del episodio.

Imagino que cualquier padre de familia, con un mínimo de experiencia, habría identificado hace tiempo que la solución para el comportamiento malcriado de Sheldon es no dejarlo salirse siempre con la suya.

Ya en el episodio «The Collaboration Contamination» nos habían dado una pista, cuando Penny lograr manejar el comportamiento de Sheldon utilizando técnicas de un libro de crianza infantil. Y lo sorprendente es que fuera Penny quien lo descubriera y lo hiciera por casualidad (Bernadette olvidó el libro en su casa). Quiero decir, se supone que el experto en libros sobre psicología infantil es Leonard, cortesía de Beverly Hofstadter.

Lamentablemente, como muchas otras muchas cosas, para mentener la serie «como siempre», Penny no volvió a mencionar el dichoso libro en los episodios siguientes. Solo esperamos que no hagan lo mismo con Bert. Tengo esperanzas que será así, porque tampoco es esta la primera vez que Bert le hace algo así a Sheldon, aunque sí es la primera vez que lo hace directamente.

Y ojalá, como insinúan en el episodio, Leonard tome nota y decida al fin cortar el cordón umbilical que le sigue uniendo a Sheldon. No sé ustedes, pero yo estoy algo cansado de comer siempre lo mismo en cada episodio. No sé cómo resultarán las cosas, no tengo una bola de cristal, pero el rumbo que los escritores le están dando a esta temporada 11, con Steve Holland al mando, me está gustando.