Un capítulo que empezó muy prometedor porque intenta ser una continuación del capítulo anterior, aquel donde vimos los problemas de Raj para lidiar con la circunstancia de ser el único sin pareja dentro del grupo. La cosa mejora todavía más cuando se introduce la trama de Spock porque su planteamiento es genial, todo comienza con un regalo de agradecimiento de Penny, quien intenta corresponder de alguna manera todas esas cenas que le han invitado los chicos.
Con Howard eso sí funcionaba
Sin embargo, este planteamiento original pierde fuelle conforme transcurren los minutos, especialmente la trama de Raj, que a mí personalmente me ha parecido bastante predecible y aburrida. Han desperdiciado una buena propuesta inicial porque eso de jugar con una supuesta homosexualidad de Raj esta demasiado manoseado, además creo que solo es divertido cuando lo hacen con Howard. La actriz que han traido para hacer de la pareja ocasional de Raj no tiene mucho carisma y sin diálogos interesantes la enviaron totalmente desarmada a la pobre. Hace rato que los guionistas de The Big Bang Theory desperdician a los invitados especiales. Yo todavía recuerdo el capítulo de Rothmann donde trajeron a un actor de reconocida trayectoria en el teatro para que aparezca en cueros y poco más nada…
El descenlace tampoco ha sido precisamente satisfactorio, es decir, la soledad de Raj es cosa seria, por más que se trata de una comedia, eso no significa darnos soluciones facilonas o jaladas de los pelos ¿acaso se imaginan que Raj es una abuelita para que se consuele en un animal, por muy tierno que este sea? a mí me pareció muy forzado, como para justificar la aparición de Bernadette y nada más.
La envidia de Sheldon
La parte más entretenida ha sido por supuesto las extrañas aventuras oníricas de Sheldon con Spock. Los diálogos estuvieron a la altura de ambos personajes: «no voy a dignificar esa pregunta con una respuesta» debió ser una delicia para los fans. Un Jim Parsons regalándonos un Sheldon en todo su esplendor: irrevente, pesado, ingenioso, obsesivo, nervioso, y sobre todo envidioso. Sin embargo, no se deja odiar, al menos en este capítulo todo estuvo perfectamente justificado.
De todas formas, dentro de esta trama quisiera destacar lo bien que lograron encajar a Leonard y sobre todo a Penny. No fueron simples comparsas sino que se aprovechó muy bien la circunstancia para mostrarnos una Penny agradecida que encuentra de manera significativa, natural y coherente una forma demostrar su aprecio por los chicos. Esa parte me gustó bastante, incluída la pequeña broma de enamorados que le hace Penny a Leonard cuando le entrega su etiquetador. La cara de desbordante alegría de Kaley en contraste con la decepción de Leonard es para ponerle un cuadro.
Por su parte, es bueno ver que Leonard dar su brazo a torcer cuando ella le pide que abra la caja sellada de su juguete, algo a lo que Leonard se resiste, pero al final lo hace, que es lo importante, todo ello sin ser especialmente meloso: «tienes razón, tú lo dijiste, nunca voy a venderlo… lo haré», una frase que no tiene nada de fría viniendo de Leonard, sino todo lo contrario.
Puntuación de editor
En líneas generales es un gran capítulo, uno que vamos a recordar porque se trata del encuentro de Sheldon con su héroe Spock. El capítulo tiene sus debilidades pero la trama principal compensa con creces su visionado. No solo hay risas que para eso es una comedia, sino una serie de momentos significativos entre los personajes. Debo confesar que me ha gustado y bastante.
[box type=»shadow»][xrr rating=4.25/5][/box]Puntución de los fans
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