Que nadie se lance por la ventana, por favor. Por si fuera poco añadir el rótulo «rumor» quiero dejar claro en este primer párrafo que todo esta información no debe considerarse como definitiva. En realidad es difícil distinguir entre hecho y especulación pura y simple. Sin embargo, dadas las circunstancias de las últimas horas creo que vale la pena compartirlas. Además, no quiero sufrir la agonía solo, porque entre dos la pena es menos atroz. Al menos eso dicen.
The Big Bang Theory ha sufrido un retraso en el inicio de su temporada 8. De momento, nada grave, hay tiempo de sobra para que el estreno programado para finales de setiembre no sufra ninguna variación.
¿Exigencias desorbitadas?
A uno se le hace difícil digerir las cifras que se están revelando sobre la renovación de los contratos. Especialmente los que se consideran el trío principal de protagonistas, es decir: Galecki, Parsons y Cuoco. Los cuales además de salarios reciben parte de las ganancias de mercadería relacionada con el programa. Son los únicos del elenco que las reciben.
Y más difícil es todavía comprender las enormes diferencias salariales dentro del elenco. Diferencias que ya existen, pero de aprobarse los aumentos serían todavía más grandes.
Lo cual hace preguntarnos si no están exigiendo demasiado, o si se están siendo poco solidarios con sus compañeros de elenco.
Quizás porque detrás de estas exigencias hay segundas intenciones.
Steve Molaro ¿fuera de contexto?
Hace poco Steve Molaro hizo un par de declaraciones aparentemente inocuas, pero que con algo de malicia podrían ponerle nombre a los problemas de las negociaciones.
La primera fue afirmar que la serie no comenzará hasta que todo el elenco esté completo (es decir, que todos hayan firmado sus contratos o llegado a un acuerdo): «Todos los personajes volverán, no tenemos un plan definido para la temporada, pero estén seguros que todos son están considerados«.
Lo que Molaro dice a continuación podría significar mucho más que desmientir algunos rumores que indicaban que Sheldon Cooper no regresaría de su viaje en el primer episodio de la temporada: «no estamos considerando a Sheldon fuera de la dinámica del grupo bajo ningún criterio«.
Creo que bajo cierto contexto estas frases son totalmente inofensivas, pero poniéndonos algo suspicaces podrían indicar qué ideas y qué personajes preocupan a la producción, al punto que tienen que salir a desmentirlo.
Una cuestión de oportunidades perdidas
El personaje de Sheldon le ha dado a Jim Parsons muchas satisfacciones, como son premios, reconocimiento y popularidad. Pero parece que no es suficiente, porque quiere explorar sus oportunidades en el cine y probarse en papeles más desafiantes.
Se comenta que eso viene de antes, y que gracias la introducción de Mayim Bialik como Amy Farrah Fowler, pareja sentimental de Sheldon en el programa, Parsons quedó satisfecho con la posibilidad de darle algo más de complejidad al personaje del Dr. Cooper. Algo que evidentemente hemos visto en estas últimas temporadas, especialmente la séptima.
Sin embargo, el relativo éxito del papel de Jim en Normal Heart, que le consiguió otra nominación al Emmy, sólo ha servido para revivir sus aspiraciones a papeles dramáticos más desafiantes.
Y aparentemente, Parsons cree que su contrato de exclusividad con Warner Bros. y CBS es una seria limitación para conseguirlo.
No sería la primera vez
Ya hemos oído este tipo de argumentos antes, especialmente cuando se anuncia que una estrella de éxito deja la serie que lo lanzó a la fama para asumir otros retos.
Hay varios casos, tanto antiguos como recientes que podría citar, pero ya será para otro momento.
Solo me queda esperar que no ocurran dos cosas: Primero, que Jim Parsons se una a la lista de actores que abandona una serie de éxito. Y segundo, y más importante, que luego de hacerlo, fracase estrepitosamente. Porque de esas historias también hay varios ejemplos.
Cuando el río suena…
Vuelvo a aclarar que estas cosas solo son interpretaciones y rumores de los cuales quizás mañana estemos burlándonos. Pero ya tengo aprendida la lección. A veces es mejor pensar en el peor escenario, así no nos toma por sorpresa.
